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Tue, July 06, 2010 / El futuro energético

La energía es un bien fundamental para el desarrollo económico y social de cualquier país. Disponer de ella en las cantidades requeridas, con oportunidad y al menor precio posible, es determinante para garantizar el desarrollo sostenible. Igualmente importante, es garantizar que el abastecimiento de la demanda energética se de a partir de fuentes renovables que permitan responder a los desafíos que plantea el cambio climático y el agotamiento de los hidrocarburos.

Costa Rica se encuentra ante dos grandes retos en materia energética: transitar de la era del petróleo hacia una de energías limpias y renovables, y ampliar su capacidad de generación instalando en los próximos diez años, el equivalente a todo lo construido en los últimos 60 años. Para enfrentar con éxito estos desafíos debemos definir con claridad una estrategia energética nacional y actuar en consecuencia. Esto es lo que nos proponemos hacer durante la presente administración.

La política energética que impulsaremos en los próximos años se basa en claros principios de conservación, desarrollo sostenible, universalidad, solidaridad, eficiencia, competitividad, innovación, viabilidad ambiental, social y económica y participación pública y privada.

Los objetivos que esta promueve son: 1. producir energía limpia en forma sostenible y amigable con el ambiente y la salud humana; 2, reducir la dependencia del petróleo importado; 3. sustituir paulatinamente, los combustibles fósiles importados por energéticos nacionales: alcohol, biodiésel, energía hidroeléctrica, geotérmica, biomasa, eólica y solar; 4. contar con un sistema de transporte eficiente que utilice energía limpia, de producción nacional; 5. racionalizar y utilizar eficientemente la energía en sus distintas formas; 6. reorientar las instituciones del sector energía para hacerlas más competitivas; 7. promover el uso de la tecnología digital para evitar el desplazamiento de las personas y producir un ambiente productivo más eficiente.

Energía limpia y renovable: El petróleo emergió como energía fácil de aprovechar, dado su estado líquido, y sus costos de extracción relativamente bajos. La naturaleza duró millones de años para almacenar el petróleo y ahora, en poco más de un siglo lo hemos extraído y usado casi totalmente. Las discusiones hoy día giran alrededor de si nos quedan 50, 75 ó 100 años más de esta forma de energía.

Pero, a pesar del aporte que el petróleo ha dado al desarrollo en el siglo XX, también ha sido un causante del calentamiento de la atmósfera, trayendo consigo un castigo a las generaciones futuras. Nuestro país tiene la oportunidad de actuar en este campo, y prepararnos, desde ya, a sustituir el uso del petróleo con fuentes de energía renovables y sostenibles.

Costa Rica tiene un modelo eléctrico en donde la mayoría de la electricidad es producida por recursos hídricos y una pequeña parte con petróleo. Debemos disminuir aún más el uso de petróleo y promover aquellas fuentes de energía relevantes para nuestro país como la hidráulica, la eólica, la biomasa, la geotermia, la solar y otras. Nuestra meta, en este campo, es que para el año 2014 el 95% de la energía eléctrica se produzca de fuentes renovables.

Esta acción nos permitirá reducir nuestra factura petrolera, que en 2008 se llevó un 22% de nuestras exportaciones, y nos blindaremos contra el cambio climático. De esta manera, disminuirá nuestra vulnerabilidad, nos volveremos más competitivos en los mercados internacionales y seremos referentes una vez más, en materia ambiental.

Eficiencia energética en el transporte. La dependencia de los combustibles fósiles en el país ha venido aumentando hasta alcanzar en el 2009 el 64% de la energía comercial, siendo el sector transporte el principal consumidor de hidrocarburos en el país. La alta participación de este sector en el consumo de derivados de petróleo es el resultado de su total dependencia de los combustibles fósiles y de un alto crecimiento del parque automotor en los últimos 15 años.

Por eso, deberemos también actuar sobre el sector transporte con medidas que promuevan el descongestionamiento vial, la electrificación del transporte público, y la paulatina sustitución de los vehículos convencionales que hoy dominan las carreteras por vehículos de hidrógeno, eléctricos e híbridos eléctricos conectables, y la promoción de los servicios digitales.

Ampliar la capacidad de generacíon. Duplicar en diez años lo construido en sesenta, tal y como lo demanda nuestro país, requerirá ingentes recursos financieros y mucha capacidad empresarial y tecnológica. La inversión requerida en los próximos diez años se estima aproximadamente en 9.000 millones de dólares.

El ICE ha hecho una verdadera revolución tecnológica desde su fundación y sus logros están sembrados en los pueblos de nuestro territorio. La cobertura del 99% de los hogares con electricidad, así lo indica. Igualmente, las empresas distribuidoras municipales y cooperativas, han cumplido fielmente su deber de servicio público.

Sin embargo, es necesario añadir a este esfuerzo, a todos los actores posibles, en especial en el campo de la generación de electricidad renovable. Esto permitirá recibir nuevas fuentes financieras, capacidad empresarial, diversificación e innovación. Para hacer realidad la consecución de esta meta, requerimos establecer reglas transparentes, que propugnen la competitividad y aseguren la sostenibilidad ambiental, y que normen adecuadamente los papeles de los diferentes actores de la sociedad en el campo de la electricidad. Hemos trabajado un proyecto de Ley General de Electricidad que cumple con todos estos aspectos y que en los próximos días será presentado ante país y ante la Asamblea Legislativa.

La propuesta busca aprovechar lo mejor de cada uno de los participantes y responsables del sector de energía, en donde el Estado y sus instituciones en colaboración con el sector privado atenderán las necesidades futuras en este campo. Pienso que este proyecto será acogido con beneplácito por nuestra sociedad y que pronto tendremos un claro derrotero para transitar con firmeza de la era del petróleo hacia la de las nuevas energías.

Espero ver pronto plantas de generación eléctrica renovable no solo de grandes tamaños como los que desarrolla y continuará ejecutando el ICE, sino también a los consumidores instalando plantas más pequeñas y distribuidas por todo el territorio de nuestro país, y conectados a las extensas redes públicas de distribución eléctrica.

Llegará el día en que Costa Rica pueda decir que es totalmente independiente del petróleo para mover su producción nacional. Esto lo haremos muchos años antes que otros países, con la ventaja competitiva que dicha decisión, que hoy tomamos, significará. Habremos transitado con éxito esta turbulenta época de cambio en materia energética y seremos, una vez más, un ejemplo para el mundo entero.

Fuente: http://www.nacion.com/2010-07-04/Opinion/Foro/Opinion2433870.aspx

 



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